El pasado día 24 de diciembre a las 19:00, el Papa Francisco, con el rito de Apertura de la Puerta Santa de la Basílica Papal de San Pedro dio inicio al nuevo Jubileo de la esperanza que discurrirá por todo el año 2025, y que finalizará el martes 6 de enero de 2026.
El Papa Francisco ha proclamado un año Jubilar a través de la Bula Papal o Bula Pontificia “Spes non confundit” (la esperanza no defrauda). “Pienso en todos los peregrinos de esperanza que llegarán a Roma para vivir el Año Santo y en cuantos, no pudiendo venir a la ciudad de los apóstoles Pedro y Pablo, lo celebrarán en las Iglesias particulares. Que pueda ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, «puerta» de salvación (cf. Jn 10,7.9); con Él, a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como «nuestra esperanza» (1 Tm 1,1).”
¿PERO QUÉ ES UN JUBILEO?
Jubileo también llamado “Año Santo”, es un nombre de un año en particular. Es un periodo de tiempo en que la iglesia anima a experimentar la santidad de Dios que nos transforma.
A lo largo de los años la frecuencia de los jubileos ha ido cambiando; al principio, era cada 100 años, después cada 50 años, y finalmente quedó establecido en cada 25 años. Aunque ocasionalmente se han proclamado jubileos extraordinarios, como en el año 2015, cuando el Papa Francisco convocó el llamado “Jubileo de la Misericordia”.
El Papa en la carta pastoral enviada a Mons. Rino Fisichella presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización afirma que “El Jubileo ha sido siempre un acontecimiento de gran importancia espiritual, eclesial y social en la vida de la Iglesia. Desde que Bonifacio VIII instituyó el primer Año Santo en 1300 —con cadencia de cien años, que después pasó a ser según el modelo bíblico, de cincuenta años y ulteriormente fijado en veinticinco—, el pueblo fiel de Dios ha vivido esta celebración como un don especial de gracia, caracterizado por el perdón de los pecados y, en particular, por la indulgencia, expresión plena de la misericordia de Dios.”
¿POR QUE SE CARACTERIZA EL JUBILEO?
En el jubileo se concede la indulgencia plenaria que es una manifestación concreta de la misericordia de Dios, que supera los límites de la justicia humana y los transforma.
¿QUÉ ES LA INDULGENCIA PLENARIA?
Es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa. Es decir, cuando cometemos pecados, tras la confesión quedas limpio, pero quedan las heridas de la culpa que se curan a través de la indulgencia que lleva consigo una serie de actos sacramentales y de oración.
¿CÓMO CONSEGUIR LA INDULGENCIA PLENARIA?
1º Peregrinando o visitando cualquier templo jubilar y asistiendo allí a la Eucaristía.
En Roma en al menos una de las cuatro Basílicas Papales Mayores: de San Pedro en el Vaticano, del Santísimo Salvador en el Laterano, de Santa María la Mayor, de San Pablo Extramuros; en Tierra Santa: en al menos una de las tres Basílicas: del Santo Sepulcro en Jerusalén, de la Natividad en Belén, de la Anunciación en Naza. En otras circunscripciones eclesiásticas: en la iglesia catedral u otras iglesias y lugares sagrados designados por el Ordinario del lugar. En Madrid, en la Catedral de la Almudena, allí hay Eucaristía jubilar todos los días a las 12:00h y 19:00h.
2º Con las obras de misericordia y de penitencia participando en las Misiones populares, en ejercicios espirituales u otros encuentros de formación sobre los textos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica, que se realicen en una iglesia u otro lugar adecuado.
Para ganar la indulgencia se suele establecer en los templos Jubilares una Puerta Santa que el fiel debe cruzar de forma simbólica. En este Jubileo de Esperanza no hay puerta santa en los templos jubilares, sólo en Roma, aunque sí se han abierto de forma simbólica, las puertas de los templos para dar inicio al Año Santo.
El Papa ha afirmado que también se podrá ganar el jubileo en los lugares donde se encuentran los necesitados y las personas en soledad o con dificultades y por ello, en Roma, abrió la Puerta de la prisión de Rebibbia.
El fiel puede acudir a un templo jubilar en peregrinación grupal o individual, o visitarlo, y allí deberá participar en la Eucaristía, comulgar y confesar (en los 15 días anteriores o posteriores a la visita, ya sea en ese templo, o en cualquier otra iglesia) y orar por las Intenciones del Santo Padre.
Existe también la posibilidad de ganar el jubileo en una de las fechas específicas que tanto en Roma, comp en las otras diócesis, se han establecido. En Madrid, la diócesis, ha propuesto un calendario jubilar que permite acudir de forma grupal a la Catedral de la Almudena y participar de un acto común. Se han establecido fechas para jóvenes, catequistas, profesores, profesionales de medios de comunicación, profesionales sanitarios.
La parroquia de la Asunción de Nuestra Señora quiere participar de la invitación del Santo Padre a ser peregrinos de esperanza, motivo por el que se ha organizado un viaje a Roma del 2 al 6 de octubre, las plazas son limitadas. ES UNA OPORTUNIDAD ÚNICA.
