El ayuno y abstinencia cuaresmal en 3 claves

El inicio de la Cuaresma trae consigo dos prácticas indisolublemente unidas a este tiempo litúrgico: ayuno y abstinencia (que es propia de todos los viernes del año, si bien fuera de Cuaresma se puede sustituir por otro sacrificio u oración). 

¿En qué se diferencian ayuno y abstinencia? ¿Dónde tienen su origen? ¿Quién ha de practicarlos? 

  1. DIFERENCIA ENTRE AYUNO Y ABSTINENCIA

El ayuno consiste en no comer entre horas y hacer una sola comida al día. La Conferencia Episcopal Española lo explica así: «En cuanto al ayuno, que ha de guardarse el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, consiste en no hacer sino una sola comida al día; pero no se prohíbe tomar algo de alimento a la mañana y a la noche, guardando las legítimas costumbres respecto a la cantidad y calidad de los alimentos». 

La abstinencia, por otra parte, se refiere a privarse de comer carne. En este caso, se aplica todos los viernes de la Cuaresma.

Asimismo, para manifestar el espíritu de penitencia que implica el tiempo cuaresmal, es digno de alabanza privarse de gastos superfluos.

  1. ¿DÓNDE TIENEN SU ORIGEN EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA?

El ayuno y la abstinencia cuaresmales tienen su origen en los cuarenta días que Jesucristo pasó en el desierto, ayunando y venciendo a las distintas tentaciones a las que le sometía el demonio.

Asimismo, no comer carne los viernes es un signo de respeto a la figura del propio Jesús, que murió en la cruz en ese día.

La práctica del ayuno es común en diversas religiones y no se entiende como un castigo, sino como una preparación espiritual para acercarse de una forma más auténtica a la fe.

  1. ¿QUIÉN HA DE PRACTICAR AYUNO Y ABSTINENCIA?

El derecho canónico se refiere a las prácticas de penitencia según edades:

  • Hasta los 14 años cumplidos: no hay obligación de guardar ayuno ni abstinencia.
  • Desde los 14 y hasta los 18 años (mayoría de edad canónica): obliga a la abstinencia.
  • Desde los 18 hasta los 59 años cumplidos: han de respetar la penitencia del ayuno y la abstinencia.
  • Desde los 59 años de edad: no es preciso ayunar, pero sí la abstinencia.