El 23 de abril se celebra el Día del Libro y, aunque la fecha rinde homenaje a dos plumas trascendentales en la historia de la literatura, como Miguel de Cervantes y William Shakespeare, lo cierto es que el primer gran libro impreso en Europa no fue otro que la Biblia: el sistema de tipos móviles de Gutenberg hizo que, a mediados del siglo XV, se pudieran imprimir de manera masiva los textos sagrados del cristianismo.
Con motivo de la fecha más lectora del año, en la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Alpedrete hemos querido recopilar algunas lecturas que alimenten nuestro espíritu:
- El libro del discípulo. El acompañamiento espiritual, Luis María García Domínguez (Ed. SalTerrae). Una forma práctica y existencial de explicar en qué consiste el acompañamiento espiritual. La persona acompañada es la principal responsable de su propio proceso, tanto para iniciar ese camino espiritual como para relacionarse con Dios y comprometerse con los demás; lo cual incluye discernir y decidir cada día sobre muchas opciones vitales, grandes y pequeñas.
- Introducción a la vida devota, San Francisco de Sales (Ed. Palabra). Un clásico de la literatura espiritual que transmite serenidad y optimismo al tiempo que muestra una gran fuerza y claridad de doctrina.
- Es difícil elegir un solo título de la ingente obra de Jacques Philippe. En tiempos convulsos como los que vivimos, una obra como La paz interior (Ed. Rialp) puede reconducirnos a perseguir ese estado de serenidad tan necesario para estar en armonía con la voluntad de Dios, a través de situaciones concretas y prácticas de la vida cotidiana.
- Orar con el evangelio de cada día. Pascua, Octavio Hidalgo (Ed. Perpetuo Socorro). El padre Hidalgo propone un itinerario de oración guiada a través de la meditación del evangelio diario durante la Pascua. También cuenta con un volumen para orar con el evangelio del día en Cuaresma. Dos verdaderas joyas para crecer en espiritualidad en fechas fundamentales en la vida del cristiano.
- Teresa de Calcuta. Pequeña & Grande, María Isabel Sánchez Vegara y Natascha Rosenberg (Ed. Alba). Nada mejor que un cuento basado en la vida real de una santa icónica del siglo XX, con magníficas ilustraciones, para acrecentar la fe de los peques de la casa.
