El 8 de septiembre, festividad de la Natividad de la Virgen María, la Real Esclavitud de Santa María la Real de la Almudena, con motivo de su “fiesta grande” invita a todas las congregaciones, hermandades y fundaciones de la diócesis de Madrid a la Misa solemne que se realiza en la Catedral.
La Real Esclavitud de la Virgen, desde el siglo XVII, se encarga del culto y la devoción a María bajo la advocación de la Almudena. Hasta el año 1976 organizaba la procesión en este día de la Natividad y, a partir de ese año se trasladó la celebración al 9 de noviembre, festividad de la patrona de Madrid, la Virgen de la Almudena. En la actualidad se ha recuperado la tradición en cuanto a la fecha del 8 de septiembre.
La parroquia de La Asunción de Nuestra Señora desde la primera invitación de la Real Esclavitud, ha participado en esta celebración mostrando el compromiso que las hermandades tienen con la diócesis de Madrid y con la Real Esclavitud. Por extensión los feligreses de Alpedrete han podido compartir esta fiesta acompañando a las Hermandades del Santísimo Sacramento y Santo Cristo y de Santa Quiteria.
La sobresaliente ceremonia comenzó con el acogimiento a las Hermandades que desfilan por el interior del templo con sus estandartes, la entrega al arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro, de los nuevos estatutos de la Real Esclavitud y la imposición de medallas de honor a diversas personalidades por su destacada labor y fomento de la devoción a la Virgen de la Almudena.
El cardenal arzobispo animó a todos los asistentes a participar de la fraternidad en el mundo dividido de hoy, poniendo paz donde haya distensión, recordando la importancia de las hermandades y cofradías.
La catedral fue este 8 de septiembre lugar de encuentro y devoción.