San Isidro, cuatrocientos años de su canonización

Continuamos con las canonizaciones de 1622 en Madrid. Los grandes festejos comenzaron el 18 de junio. En la edad moderna los símbolos religiosos y los paganos no estaban reñidos y se mezclaban sin ningún problema. El primer día por la tarde una procesión general en la que participaban todos los estamentos de la ciudad. Trompetas y timbales anunciaban el comienzo. Unos gigantes daban pasó a un grupo de labradores vestidos de tafetán carmesí. Dos ángeles de azul con un águila de oro, cuadrillas vestidas de turcos franceses y españoles fingían una batalla seguidos de doce galeras grandes y ligeras que representaban la batalla. Seis hombres vestidos de turcos y seis vestidos de “cristianos”. Tras ellos cuatro grandes carros representando los cuatro elementos con hombres y mujeres que lo acompañaban con símbolos identificativos (la tierra, el aire, el fuego y el agua). Esta primera procesión terminaba con cuatro carros triunfales que instalados en las plazas públicas de la ciudad representaban autos de la vida de san Isidro. El escenario era la ciudad, todo el público estaba invitado incluso los reyes que situados en los balcones bajos de la plaza mayor lo contemplaban.

Pero ¿quién era San Isidro y cómo se había llegado a esto? San Isidro era un varón que había vivido en el Madrid complejo de la reconquista, sus vecinos una vez que había fallecido le consideraban un hombre santo y acudían a su tumba en el barrio de San Andrés a solicitar su intercesión ante Dios y un favor para una curación de alguna enfermedad. Dada su fama de santidad se dejó constancia de sus milagros en un códice llamado el Códice de san Isidro o de Juan diácono en él se escribieron los milagros en vida que realizó y los que realizó postmortem. El códice es uno de los manuscritos autóctonos de Madrid más antiguos y está datado en torno al año 1270… Continuará