El próximo sábado 29 de octubre a las doce del mediodía, un grupo de jóvenes y adultos de la parroquia de Alpedrete, recibirá el sacramento de la Confirmación de manos del Vicario Episcopal D. Juan Carlos Merino Corral.
Este sacramento forma parte de los llamados “sacramentos de iniciación cristiana” junto al Bautismo y a la Eucaristía y se suele recibir después de la Primera Comunión. El Espíritu Santo fortalece con sus dones a los confirmandos que lo reciben, alcanzando así la madurez en la Fe. En algunas diócesis, como la cercana de Alcalá, este sacramento se administra antes de la Primera Comunión, pues consideran que “el Espíritu prepara para recibirla”, en cambio, en nuestra diócesis y en la mayoría de ellas, la Confirmación cierra el ciclo de la iniciación cristiana fortaleciendo el compromiso.
El Espíritu santo se presenta ante los apóstoles en Pentecostés “Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. Y de repente sobrevino del cielo un ruido, como de viento que irrumpe impetuosamente, y llenó toda la casa en la que se hallaban. Entonces se les aparecieron unas lenguas como de fuego, que se dividían y se posaron sobre cada uno de ellos. Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les hacía expresarse (Hch 1,1-4)”, pero su aparición no es un acontecimiento aislado, pues tanto en el Antiguo Testamento como en los Hechos de los Apóstoles hay continuas referencias a Él, en la predicación de Pedro, Pablo o Bernabé, así san Pablo nos recuerda en 1 Co 3, 16 “¿no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu Santo mora en vosotros?”
El Papa Francisco en su catequesis sobre la Confirmación afirma: “en la Confirmación es Cristo quien nos llena de su Espíritu, consagrándonos como testigos suyos, partícipes del mismo principio de vida y de misión, según el diseño del Padre celestial. El testimonio que dan los confirmados manifiesta la recepción del Espíritu Santo y la docilidad a su inspiración creativa (…) el Espíritu nos guía en la vida para que nos convirtamos en sal día especial para la parroquia, justa y luz justa para los hombres”.
Es por tanto un día muy especial para toda la parroquia que viste las mejores galas y participa de la alegría de estos nuevos confirmandos, que llevan preparándose varios años, y que con su compromiso e incorporación más firmemente a Cristo, enriquecen a toda la comunidad.