En La Asunción de Nuestra Señora de Alpedrete, la mayoría de los grupos parroquiales se despiden hasta septiembre/octubre, salvo excepciones. En el tiempo estival, las parroquias de las grandes ciudades y periferias suelen vaciarse ya que los feligreses marchan a los lugares donde pasarán unos días de descanso. Pero como Dios no se va de vacaciones, es durante los meses de julio y agosto que llega el tiempo de las “parroquias de verano”.
Nuestra parroquia combina ambas realidades a diferencia de los templos de la capital, movimiento y trajín de grupos y actividades de invierno, y veraneantes fijos y nuevos que encuentran en nuestro pueblo un lugar ideal para el descanso. Por ello, es una parroquia que no cierra, que siempre tiene algo que ofrecer tanto a los habituales como a los veraneantes.
Muestras de este continuo movimiento durante el verano: la Adoración al Santísimo los jueves ha seguido realizándose sin interrupción, los campamentos de niños y jóvenes, la peregrinación del grupo de la parroquia a la JMJ de Lisboa, la “fiesta grande” con la participación del coro parroquial y las congregaciones en la procesión… Como decíamos al principio, aunque algunas actividades se han detenido la parroquia ha seguido en marcha.
Y en este ir y venir y cambiar de lugar encontramos un tiempo propicio para dar testimonio de nuestra fe.
En julio hicimos las maletas preparando un espacio para Él y en septiembre retornamos a nuestros destinos dónde nos espera “Venid a mí”.